
Aquel 12 de diciembre de 1995 se disputó el encuentro de ida por la final de la Copa Conmebol. Central visitó a Atlético Mineiro en el Estadio Gobernador Magalhaes Pinto de Belo Horizonte, conocido popularmente como "Mineirao" y recibió un duro golpe al caer goleado por cuatro tantos contra cero.
Procopio Cardoso, técnico del conjunto local, sabía que debía hacerse fuerte de local por lo que su equipo, aquella noche formó con: Taffarel; Alcir, Ademir, Ronaldo y Paulo Roberto; Doriva, Eder Lopes, Leandro y Cairo; Renaldo y Ezio. En la segunda etapa, ingresaron Silva, Julio César y Carlos en reemplazo de Doriva, Ezio y Renaldo respectivamente.
Por su parte, Don Ángel Zof, paró como nunca un equipo más defensivo que lo habitual, con un mediocampo superpoblado y un solo punta, Ruben Da Silva, que debió pelear contra toda la defensa del conjunto "Galo". Central salió al campo con: Bonano; Ordoñez, Carbonari, Lussenhoff y Patricio Graff; Coudet, Daniele, Palma y Gordillo; Pablo Sánchez; Rubén Da Silva. Con el partido 3 a 0 abajo y en un intento de poder achicar el marcador, el técnico rompe la defensa y saca a Ordóñez para poner un delantero más, Martín Cardetti.
Aquella noche, en la ciudad capital de Minas Gerais, hubo diferentes condimentos que hicieron que a Central se le hiciera todo cuesta arriba. En primer lugar las medidas del campo, su extensión tanto a lo largo como a lo ancho, es más grande que los campos de juego de nuestro país. En segundo lugar, la intensa lluvia que cayó durante aquel partido y por último la aparición en escena del árbitro paraguayo Oscar Velásquez, reconocido en aquellos tiempos por "darle una mano" a los equipos locales.
Lo cierto es que más allá de todos estos puntos resaltados, que hasta pueden sonar a excusas, Central perdió categóricamente por 4 a 0 ante Atlético Mineiro. Ezio, Cairo, Paulo Roberto y Silva, anotaron los tantos con los que el conjunto brasileño sacó una enorme ventaja de cara al partido de vuelta a disputarse en el Gigante de Arroyito. Esa ventaja, prácticamente dejaba entrever que el capitán Taffarel, volvería a levanter una Copa como lo había hecho en Estados Unidos un año antes al consagrarse Campeón del Mundo con el seleccionado "Verde-amarelo".
Si bien el Canalla recibió un duro golpe en el encuentro de ida, había algo en el aire que hacía sentir que la historia se podia dar vuelta una semana después en el mítico Gigante de Arroyito... La hazaña sin par...